El vino rosado
Casi siempre cuando hablamos de vino solemos pensar en vinos tintos o en vinos blancos, pero poco se tiene en cuenta el vino rosado, con su color particular, su carácter y elegancia que hace despertar el gusto en todos los sentidos.
Elegante y versátil, así es el vino rosado con una historia dudosa. Se especula que los griegos bebían vino de color rosa y todo ello debido a una práctica mitológica en el que diluían vino tinto con agua.
¿Conocemos más al vino rosado?
El Vino Rosado se suele destacar por su frescura, suavidad y ligereza, características que son decisivas en la elección de un maridaje adecuado y en sintonía con el plato.
Aunque, cabe destacar que un vino rosado no es un clarete.
El clarete es un tipo de vino joven que se elabora con uvas tintas y blancas, dando como resultado un vino con poco color. Por el contrario, el vino rosado es un vino que se elabora con uvas tintas o mezcla de uvas tintas y blancas (aunque en menor medida) y su color es más oscuro y generalmente más vivo que el obtenido en los claretes.
Elegante y versátil, así es el vino rosado con una historia dudosa
¿Cómo se elabora el vino rosado?
La fermentación del vino rosado se realiza sin los hollejos, una de las características principales que los distinguen de los vinos claretes.
Existen dos métodos para elaborar los vinos rosados:
- El Método de sangrado, ya que su vino se caracteriza por tener un color más intenso y unos aromas a frambuesas y fresas.
- Y el Método de prensado directo, donde se caracterizan los vinos por ser más ligeros.
El método de elaboración de un vino rosado, determinada, al igual que ocurre con el resto de vinos, gran parte de las características obtenidas, aunque bien es cierto, que la calidad de la uva y su variedad es un factor importante.
Sabías que un vino rosado no es un clarete
En definitiva, el vino rosado es todo un arte en su creación, una habilidad cromática considerada un vino de artistas capaces de dar esa tonalidad que tanto le caracteriza.
Sabías que el turismo del vino o enoturismo consiste en interpretar el territorio, las bodegas, los recursos disponibles y cómo darles vida, cómo hacerlos atractivos para que los turistas se sientan atraídos y repitan la experiencia. Además, de conocer los múltiples secretos que existen al rededor del sector vitivinícola como los que esconde el vino rosado.