Los vinos espumosos se suelen elaborar según el “método tradicional”. Este sistema se desarrolló en Francia, hacia finales del siglo XVII en la región de Champagne, donde el monje Dom Perignon en la Abadía Benedictina de Hautvillers en el valle del Marne, logró fabricar por primera vez esta clase de vino.
Aunque la estrella incuestionable del vino espumoso es el Champagne, también hay otros sitios donde se elaboran otros vinos espumosos de gran calidad.