Imaginaros que nos encontramos en el año 2040 en un restaurante y para beber os apetece un vino blanco, pero... ¡Sorpresa! Os informan que no tienen existencias de vino blanco.
No imaginéis mucho porque esto podría llegar a ser una realidad en un futuro no muy lejano.
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Como ya se comentó en un anterior post llamado “¿De qué depende la calidad de un vino?”, para elaborar un buen vino necesitamos unas buenas uvas porque representan más del 70% de la calidad de un vino, frente al propio proceso de elaboración, pero también existen otros factores ¿Los conoces?
El refranero español es sabio y también muy amplio. Estas manifestaciones populares engloban un compendio de la sabiduría popular de un pueblo, ya que no hay ningún hecho o situación a la que no pueda acompañarle un refrán.
Dentro de nuestro patrimonio cultural, los refranes son una parte muy importante que nos acompañan en nuestro día a día. Y al igual que los refranes, la cultura vinícola también está muy arraigada en casi cualquier aspecto de la vida cotidiana.
Los vinos monovarietales son los que están hechos únicamente con solo una variedad de uva, por ello, si un vino está hecho con el 100% de una sola uva será un vino monovarietal, pero también varietal, aunque si un vino no tiene el 100% de una misma uva pasaría a ser considerado solo un vino varietal.
El vino es extraordinariamente complejo, pero existen varios compuestos que son básicos en su composición y que nos sirven para simplificar el entendimiento de este gran producto.
Muchos de esos componentes lo forman proporciones ínfimas, que aun así son capaces de afectar, sobre todo, a los aromas. En concreto, puede llegar a existir cerca de 1.000 componentes dentro de una botella de vino.
Cuando se realiza una cata de vino se trata de degustar sus sabores, analizando los efectos que éste nos produce al apreciarlo. Pero ¿Cómo expresamos esas sensaciones? ¿Qué tipo de lenguaje se utiliza?
Sabías que existe una gran variedad de términos determinados para tratar de definir las sensaciones que produce un vino, en todos los sentidos.
La decantación de un vino no es una parte que sea imprescindible para poder degustarlo, ya que ese proceso depende básicamente de ciertos factores que pueden dar lugar a la necesidad de decantarlo, como pueden ser por el tipo de uva que se haya utilizado, el tiempo de maduración o incluso de la botella, aunque sea de una misma añada o bodega.
¿Cuál es la misión? La misión de la decantación de un vino consiste en transferir el vino de la botella a otro recipiente de cristal, así de "simple".
En el vasto panorama de la producción mundial de vino, resulta curioso que solo diez países sean responsables del 80% de toda la producción vinícola del planeta. En este artículo, nos proponemos explorar algunas variedades básicas de uva negra que desempeñan un papel significativo en este escenario vinícola global. ¿Te gustaría descubrir cuáles son?
Los vinos espumosos se suelen elaborar según el “método tradicional”. Este sistema se desarrolló en Francia, hacia finales del siglo XVII en la región de Champagne, donde el monje Dom Perignon en la Abadía Benedictina de Hautvillers en el valle del Marne, logró fabricar por primera vez esta clase de vino.
Aunque la estrella incuestionable del vino espumoso es el Champagne, también hay otros sitios donde se elaboran otros vinos espumosos de gran calidad.
En otro post se habló de ¿Cómo catar un vino? Para reconocer las cualidades y evaluarlo, siendo el objetivo final analizar los efectos que este mismo produce al ser degustado en el paladar.